AGUA DE GEMAS O ELIXIR

Beber agua cargada con cristales durante un tiempo sostenido (al menos tres semanas), eleva nuestra vibración y genera una transformación positiva en nuestro cuerpo físico, mental y espiritual.

¿Acaso las propiedades de las piedras se transfieren al agua?

Así es… el agua tiene memoria y vibración, por lo tanto cuando intencionamos y cargamos nuestra agua con gemas, la información que contienen los minerales se transfiere directamente gracias a las propiedades conductoras y electromagnéticas del agua.

Es importante entender que no existe transferencia de sustancias físicas desde el cristal al agua (la piedra no se disuelve en ella),  es la energía o vibración piedra lo único que se transmite.

El agua cargada con gemas podemos beberla (como uso interno) o utilizarla para aplicación externa. Ocurre a menudo que resulta fisicamente imposible aplicar un cristal en la zona del cuerpo a tratar o simplemente el cristal es demasiado pequeño para abarcar el área requerida, en estos casos podemos aplicar el agua de gemas en la zona con un algodón o un apósito limpio.

¿Cómo preparar mi propio elixir de cristal?

1. CALIDAD DEL AGUA: Te recomiendo usar el agua más pura que puedas obtener, ya sea agua mineral embotellada o filtrada, no utilices el agua directo desde la cañería ya que ésta contiene altos niveles de minerales lo que dificulta la absorción energética de las piedras.

2. CUIDADOSA SELECCIÓN DE LAS PIEDRAS:  No es llegar e introducir un cristal en el agua y luego beberla, ciertas piedras que se utilizan para uso externo pueden liberar sustancias tóxicas al entrar en contacto con el agua y afectar directamente nuestra salud. Mas abajo te dejo una lista con los minerales tóxicos más conocidos que encontramos en el mercado. Si no tienes certeza de la toxicidad del mineral que vas ocupar, es mejor utilizar la técnica del tubo de ensayo donde las piedras no tienen contacto directo con el agua. Te muestro una foto a continuación para que entiendas como funciona esta técnica:

3. LIMPIEZA DE LAS GEMAS: Es muy importante limpiar cuidadosamente las piedras que vamos a utilizar. Puedes hacerlo con un cepillo de dientes frotando con fuerza los cristales y luego lavándolos bajo el chorro de agua fría durante un minuto.

4. ARMONÍA: Una vez que tus piedras están limpias, debes disponer de un lugar adecuado en el que preparar tu agua de gemas. Es importante que encuentres un ambiente agradable y sin tensiones, pues la información del ambiente también es absorbida por el agua. Concédete un momento para ti, relájate y centra con calma tus pensamientos en lo que quieres trabajar con el agua de gemas.

5. PREPARACIÓN: introduce las piedras a utilizar en un recipiente o jarra de vidrio perfectamente limpio y luego vierte el agua sobre el. Deja reposar las gemas por al menos 20 minutos (es ideal dejarlas de una noche para otra y luego beber el agua)

6. DECANTACIÓN: antes de beber el agua, pásala por un colador fino o un filtro de café de papel para asegurarte de que no se haya desprendido ningún fragmento de los minerales el agua.

7. CONSERVACIÓN: El agua absorbe muy bien la información, pero la pierde con la misma facilidad, por ello te sugiero que si deseas conservarla, la guardes en un recipiente de vidrio hermético por máximo 5 días en un lugar frío y obscuro.

¿Cuántas piedras debo usar?

Eso dependerá de la intensidad deseada. Si estás utilizando una piedra con mucha fuerza como por ejemplo el Diamante o el Peridoto, serían suficientes unas 3 pequeñas piedras en bruto por litro de agua. En el caso de la Amatista o la mayoría de los cuarzos, puedes usar un puñado sin limitación.

PIEDRAS TÓXICAS:

Dentro de los cristales más conocidos, los que nunca debemos añadir directo al agua son:

Labradorita: Contiene aluminio.

Amazonita: Contiene cobre.

Aguamarina: Contiene aluminio.

Turmalina negra: Contiene aluminio

Crisocola: Contiene cobre.

Esmeralda: Contiene aluminio.

Fluorita: Contiene flúor.

Sodalita: Contiene aluminio.

Pirita: Contiene azufre.

Piedra Luna: Contiene aluminio.

Lapislázuli: Contiene pirita.

Selenita: Aunque no sea tóxica, se desmenuza y pequeños fragmentos pueden desprenderse en el agua.

Ojo de tigre: puede contener asbesto.

Otros: Alunita, Anglesita, Arsenopirita, Atacamita, Azurita, Azurita, Bunsenita, Calcantina, Calomelano, Cerusita, Celestita, Calcedonia, Cinabrio, Crisoprasa, Cobre, Crocoíta, Cuprita, Dioptasa, Durangita, Escorodita, Granate, Galenita, Gaspeíta, Hematita, Jamesonita, Kunzita, Lopezita, Malaquita, Moldavita, Minio, Niquelina, Turquesa, Olivenita, Piromorfita, Tetraedrita, , Ulexita, Vanadinita, Wulfenita, entre otros.

¡CUIDADO CON LA MODA!

De seguro deben haber visto por ahí algunas botellas con gemas en su interior que se han vuelto bastante populares en las redes pero…

¿Sabemos realmente lo que estamos tomando?

La Fluorita por ejemplo, es una piedra muy tóxica para el consumo humano ya que está compuesta principalmente de flúor y calcio, su exceso en el organismo puede causar trastornos óseos severos, resultando en una enfermedad irreversible llamada fluorosis esquelética.

Como estos ejemplos hay muchos en el mercado, por ello es sumamente importante que tengamos absoluta certeza de la autenticidad de los cristales que utilizaremos y también su grado de toxicidad antes de ponerlos en contacto directo con el agua.

La Turquesa es uno de los minerales más falsificados, suele ser plástico, cerámica, o en el mejor de los casos “Howlita”, una piedra natural cuyo color es blanco y lo pintan de celeste o calipso para asemejarla a la turquesa. 

Si les interesa el tema les recomiendo el siguiente libro para ampliar sus conocimientos

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